
Cierre de las granjas de visones americanos, ¡ya! Por (*) Gemma Rodríguez
Foto: Dibujo del concurso de dibujo infantil sobre especies exóticas invasoras organizado por LifeInvasaqua
Desde que se detectaron los primeros brotes de coronavirus en granjas de visón americano a finales del mes de abril en Holanda, debido a la mortalidad de visones más alta de lo habitual y los problemas respiratorios que presentaban, los científicos están tratando de esclarecer la relación entre este tipo de explotaciones y la transmisión del coronavirus, así como el riesgo que supone para los humanos.
A día de hoy, los brotes se han multiplicado afectando a 29 granjas, entre las que se encuentra ya una granja en España, en La Puebla de Valverde (Teruel).
Visones contagiados
Los estudios científicos y epidemiológicos realizados por diversos grupos científicos holandeses[1] y publicados en varios informes[2] concluyen que los visones de las granjas son fácilmente contagiados por la enfermedad y que dentro de las granjas la transmisión entre los visones se produce muy rápido.
Además, señalan que lo más probable es que la introducción del virus en estas granjas haya sido por un humano infectado, pero en algunos casos todavía no se ha podido confirmar cómo se introdujo.
De lo que sí hay evidencias es de que en Holanda al menos dos trabajadores de una granja se infectaron de coronavirus por una transmisión directa de los visones americanos.
Todo esto hace pensar que el virus puede estar circulando durante mucho tiempo en las granjas y no puede descartarse, por tanto, el riesgo de que las granjas actúen como reservorios del virus, saltando nuevamente a los humanos o incluso de que se produzcan mutaciones.
Susceptibles al coronavirus
Sin embargo, que los visones sean especies susceptibles al coronavirus no ha pillado por sorpresa a los científicos.
Según el profesor Wim van der Poel, de la Universidad de Wageningen (Holanda), los visones están muy emparentados con los hurones, y ya se conocía que ambos animales podían infectarse con el virus de la gripe humana.
Hay estudios científicos y resultados que ya indicaban que los mustélidos (familia de la que forman parte los visones y hurones) son muy receptivos y transmisores de tipos de virus como los coronavirus, según ha declarado el director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de Zaragoza.
Si a este hecho le sumamos las condiciones en las que se crían los visones americanos en estas granjas, se puede entender mejor por qué ha llegado a esta alarmante situación con brotes en 29 granjas en Europa.
Hay que tener en cuenta que algunas granjas como la de Teruel albergan más de 90.000 animales en jaulas que normalmente miden 90x30x45cm contiguas unas a otras.
De hecho, las investigaciones realizadas hasta la fecha confirman que una vez que el coronavirus llega a las granjas, se expande muy rápidamente y puede infectar masivamente a los visones (en el caso de Teruel se ha confirmado la infección de casi el 90% de visones).[3]
Contagiados por los visones
Las investigaciones genéticas y epidemiológicas, que están ya muy avanzadas en Holanda, confirman en dos de los casos de trabajadores infectados que lo más probable es que fueran contagiados por los visones.
Esto se evidencia porque los visones se contagiaron antes que los humanos y porque se encontró en los trabajadores una secuencia genética del virus muy similar a la secuencia del virus del visón.
En Holanda nos encontraríamos pues ante el primer caso en el mundo en el que se han encontrado evidencias del contagio de Covid-19 de un animal a un humano.
A pesar de que ha habido más casos de humanos infectados en granjas de visón americano, el contagio por visón no ha podido ser demostrado puesto que ambos contagios han sido detectados a la vez, sin distancia temporal, como sí ha ocurrido en estos dos casos de Holanda.
Granjas de visón americano
Desde WWF queremos resaltar que, a parte del enorme impacto negativo sobre la biodiversidad que tienen estas granjas, se añade ahora el potencial riesgo para la salud debido a la explotación intensiva de estas granjas.
Incluso antes de la aparición del coronavirus, eran numerosas las enfermedades que ya podían ser encontradas en las granjas de visón americano por las características de la especie y la presencia de miles de animales hacinados en jaulas (rabia, enfermedad aleutiana, gripe o tuberculosis).
La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto que esta forma de explotación para la industria peletera es insostenible también desde el punto de vista sanitario.
La capacidad de estas granjas de albergar el coronavirus durante meses, pudiendo propagarlo entre las crías, y el riesgo que supone para un posible contagio a los humanos, son argumentos suficientes para exigir a la administración el cese de esta actividad, como ya ha sucedido en Holanda.
En WWF estamos recogiendo firmas con la campaña Cierre de granjas de visón YA para pedir al Gobierno su cierre inmediato.
(*) Gemma Rodríguez es responsable del programa de especies de WWF España.
Más información sobre especies exóticas invasoras y medio ambiente en: www.efeverde.com
Catalogo de EEI en España BOE-A-2013
Sobre LIFE17 GIE/ES/000515 Life Invasaqua de la UE.
Especies exóticas invasoras de agua dulce y sistemas estuarinos: sensibilización y prevención en la Península Ibérica
Cofinanciado por la UE en el marco de la iniciativa Life y coordinado por la Universidad de Murcia, LIFE INVASAQUA tiene por objeto contribuir a la reducción de los impactos perjudiciales de las ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS (EEI) sobre la biodiversidad mediante el aumento de la sensibilización del público, el aumento de la formación en sectores involucrados y la creación de herramientas para un sistema eficiente de alerta temprana y respuesta rápida (Early Warning and Rapid Response, EWRR) para gestionar sus repercusiones en los ecosistemas de agua dulce y estuarios.
Life Invasaqua está coordinado por la Universidad de Murcia con la participación de 8 socios: EFEverde de la Agencia EFE, las UICN-Med, el Museo de Ciencias Naturales-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Sociedad Ibérica de Ictiología (SIBIC), la Universidad de Navarra, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Évora y la Associaçao Portuguesa de Educaçao Ambiental (ASPEA)